domingo, 20 de mayo de 2012

Conferencias relativas al protocolo de Kioto



COPENHAGE

El acuerdo de Copenhage finalizó el día 18 de diciembre de 2009 con un sabor agridulce.

Europa ofrecía un 30% de reducción para el 2020 en base a las emisiones de 1990 si los EE.UU. Japón, Canadá y otros hacían un esfuerzo algo similar e incluso un 80 % de reducción para el año 2050. Esto no fue posible debido a que el acuerdo político de mínimos conseguido fue en realidad negociado por los EE.UU, China, India, Brasil y Sudáfrica, los cuales no querían concretar el esfuerzo de reducción de cada uno de ellos en un documento que les obligara aunque no fuesen este jurídicamente vinculante.

El actual acuerdo de Copenhague solo especifica que los paises firmantes se compromenten a reducir sus emisiones de manera global con la finalidad de que el clima mundial no sobrepase en dos grados la temperatura media con respecto a la que había antes de la revolución industrial, pero no especificando como lo harían, sino abriendo la posibilidad de que los estados firmantes lo especifiquen en una comunicación a Naciones Unidas antes del 31 de Enero de 2010.



DURBAN
El acuerdo de Durbán se celebró del 28 de noviembre al 9 de diciembre de 2011

los 194 Estados parte de la Convención Marco acordaron el lanzamiento de un protocolo que se aplicaría a todos los miembros, un segundo período de compromiso para el actual Protocolo de Kyoto y la puesta en marcha del Fondo Climático Verde. Este acuerdo significa que una parte de los países desarrollados tendrán que rebajar sus emisiones de gases contaminantes a la atmósfera, de acuerdo con el actual Protocolo de Kioto, si bien, en dicho marco, no se encuentra Estados Unidos, una de las naciones más contaminantes, que nunca ha ratificado dicho tratado. 

Sin embargo, la cumbre de Durban ha consiguió que, por primera vez, los países más contaminantes estén obligados a tomar acciones para reducir sus emisiones y, por ende, ralentizar el proceso de calentamiento global.Asimismo, se acordó la creación del Fondo Climático Verde para ayudar económicamente a los países más pobres para luchar contra los estragos causados por el calentamiento climático.

RÍO

En la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, participaron 172 gobiernos, entre ellos 108 jefes de Estado o de Gobierno. Unos 2.400 representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) atendieron, junto a 17.000 personas en el Foro de ONG que se convocó paralelamente y al que se atribuyó estatus consultivo.

Se pretendió, por parte de los representantes de los países, sectores y organizaciones de la sociedad, revisar lo que se había hecho, adoptar nuevas medidas e identificar nuevas metas para la instrumentación de la Agenda 21 y se esperaba que las medidas concretas que se acordaran permitieran reducir la brecha que ha impedido su ejecución.

También pretendió responder a la preocupación de la comunidad internacional por frenar el deterioro ambiental que se registra a nivel global debido a los procesos insustentables, a la sobre explotación de los recursos naturales y a la necesidad de emprender el compromiso del desarrollo sustentable, a través de la interacción de políticas económicas, sociales y ambientales.

El Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, identificó cinco áreas claves en las que la Cumbre de Johannesburgo centrara y priorizara su discusión: agua y saneamiento, energía, salud, productividad agrícola, biodiversidad y la gestión de los ecosistemas.

Se adoptaron así los 27 principios de la conferencia de Rio:

PRINCIPIO 1
Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza.

PRINCIPIO 2
De conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y los principios del derecho internacional, los Estados tienen el derecho soberano de aprovechar sus propios recursos según sus propias políticas ambientales y de desarrollo, y la responsabilidad de velar por que las actividades realizadas dentro de su jurisdicción o bajo su control no causen daños al medio ambiente de otros Estados o de zonas que estén fuera de los límites de la jurisdicción nacional.

PRINCIPIO 3
El derecho al desarrollo debe ejercerse en forma tal que responda equitativamente a las necesidades de desarrollo y ambientales de las generaciones presentes y futuras.

PRINCIPIO 4
A fin de alcanzar el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente deberá constituir parte integrante del proceso de desarrollo y no podrá considerarse en forma aislada.

PRINCIPIO 5
Todos los Estados y todas las personas deberán cooperar en la tarea esencial de erradicar la pobreza como requisito indispensable del desarrollo sostenible, a fin de reducir las disparidades en los niveles de vida y responder mejor a las necesidades de la mayoría de los pueblos del mundo.

PRINCIPIO 6
Se deberá dar especial prioridad a la situación y las necesidades especiales de los países en desarrollo, en particular los países menos adelantados y los más vulnerables desde el punto de vista ambiental. En las medidas internacionales que se adopten con respecto al medio ambiente y al desarrollo también se deberían tener en cuenta los intereses y las necesidades de todos los países.

PRINCIPIO 7
Los Estados deberán cooperar con espíritu de solidaridad mundial para conservar, proteger y restablecer la salud y la integridad del ecosistema de la Tierra. En vista de que han contribuido en distinta medida a la degradación del medio ambiente mundial, los Estados tienen responsabilidades comunes pero diferenciadas. Los países desarrollados reconocen la responsabilidad que les cabe en la búsqueda internacional del desarrollo sostenible, en vista de las presiones que sus sociedades ejercen en el medio ambiente mundial y de las tecnologías y los recursos financieros de que disponen.

PRINCIPIO 8
Para alcanzar el desarrollo sostenible y una mejor calidad de vida para todas las personas, los Estados deberían reducir y eliminar las modalidades de producción y consumo insostenibles y fomentar políticas demográficas apropiadas.

PRINCIPIO 9
Los Estados deberían cooperar en el fortalecimiento de su propia capacidad de lograr el desarrollo sostenible, aumentando el saber científico mediante el intercambio de conocimientos científicos y tecnológicos, e intensificando el desarrollo, la adaptación, la difusión y la transferencia de tecnologías, entre éstas, tecnologías nuevas e innovadoras.

PRINCIPIO 10
El mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de todos los ciudadanos interesados, en el nivel que corresponda. En el plano nacional, toda persona deberá tener acceso adecuado a la información sobre el medio ambiente de que dispongan las autoridades públicas, incluida la información sobre los materiales y las actividades que encierran peligro en sus comunidades, así como la oportunidad de participar en los procesos de adopción de decisiones. Los Estados deberán facilitar y fomentar la sensibilización y la participación de la población poniendo la información a disposición de todos. Deberá proporcionarse acceso efectivo a los procedimientos judiciales y administrativos, entre éstos el resarcimiento de daños y los recursos pertinentes.

PRINCIPIO 11
Los Estados deberán promulgar leyes eficaces sobre el medio ambiente. Las normas, los objetivos de ordenación y las prioridades ambientales deberían reflejar el contexto ambiental y de desarrollo al que se aplican. Las normas aplicadas por algunos países pueden resultar inadecuadas y representar un costo social y económico injustificado para otros países, en particular los países en desarrollo.

PRINCIPIO 12
Los Estados deberían cooperar en la promoción de un sistema económico internacional favorable y abierto que llevara al crecimiento económico y el desarrollo sostenible de todos los países, a fin de abordar en mejor forma los problemas de la degradación ambiental. Las medidas de política comercial con fines ambientales no deberían constituir un medio de discriminación arbitraria o injustificable ni una restricción velada del comercio internacional. Se debería evitar tomar medidas unilaterales para solucionar los problemas ambientales que se producen fuera de la jurisdicción del país importador. Las medidas destinadas a tratar los problemas ambientales transfronterizos o mundiales deberían, en la medida de lo posible, basarse en un consenso internacional.

PRINCIPIO 13
Los Estados deberán desarrollar la legislación nacional relativa a la responsabilidad y la indemnización respecto de las víctimas de la contaminación y otros daños ambientales. Los Estados deberán cooperar asimismo de manera expedita y más decidida en la elaboración de nuevas leyes internacionales sobre responsabilidad e indemnización por los efectos adversos de los daños ambientales causados por las actividades realizadas dentro de su jurisdicción, o bajo su control, en zonas situadas fuera de su jurisdicción.

PRINCIPIO 14
Los Estados deberían cooperar efectivamente para desalentar o evitar la reubicación y la transferencia a otros Estados de cualesquiera actividades y sustancias que causen degradación ambiental grave o se consideren nocivas para la salud humana.

PRINCIPIO 15
Con el fin de proteger el medio ambiente, los Estados deberán aplicar ampliamente el criterio de precaución conforme a sus capacidades. Cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces en función de los costos para impedir la degradación del medio ambiente.

PRINCIPIO 16
Las autoridades nacionales deberían procurar fomentar la internalización de los costos ambientales y el uso de instrumentos económicos, teniendo en cuenta el criterio de que el que contamina debe, en principio, cargar con los costos de la contaminación, teniendo debidamente en cuenta el interés público y sin distorsionar el comercio ni las inversiones internacionales.

PRINCIPIO 17
Deberá emprenderse una evaluación del impacto ambiental, en calidad de instrumento nacional, respecto de cualquier actividad propuesta que probablemente haya de producir un impacto negativo considerable en el medio ambiente y que esté sujeta a la decisión de una autoridad nacional competente.

PRINCIPIO 18
Los Estados deberán notificar inmediatamente a otros Estados de los desastres naturales u otras situaciones de emergencia que puedan producir efectos nocivos súbitos en el medio ambiente de esos Estados. La comunidad internacional deberá hacer todo lo posible por ayudar a los Estados que resulten afectados.

PRINCIPIO 19
Los Estados deberán proporcionar la información pertinente, y notificar previamente y en forma oportuna, a los Estados que posiblemente resulten afectados por actividades que puedan tener considerables efectos ambientales transfronterizos adversos, y deberán celebrar consultas con esos Estados en una fecha temprana y de buena fe.



PRINCIPIO 20
Las mujeres desempeñan un papel fundamental en la ordenación del medio ambiente y en el desarrollo. Es, por tanto, imprescindible contar con su plena participación para lograr el desarrollo sostenible.

PRINCIPIO 21
Debería movilizarse la creatividad, los ideales y el valor de los jóvenes del mundo para forjar una alianza mundial orientada a lograr el desarrollo sostenible y asegurar un mejor futuro para todos.

PRINCIPIO 22
Las poblaciones indígenas y sus comunidades, así como otras comunidades locales, desempeñan un papel fundamental en la ordenación del medio ambiente y en el desarrollo debido a sus conocimientos y prácticas tradicionales. Los Estados deberían reconocer y apoyar debidamente su identidad, cultura e intereses y hacer posible su participación efectiva en el logro del desarrollo sostenible.

PRINCIPIO 23
Deben protegerse el medio ambiente y los recursos naturales de los pueblos sometidos a opresión, dominación y ocupación.

PRINCIPIO 24
La guerra es, por definición, enemiga del desarrollo sostenible. En consecuencia, los Estados deberán respetar las disposiciones de derecho internacional que protegen al medio ambiente en épocas de conflicto armado, y cooperar en su ulterior desarrollo, según sea necesario.

PRINCIPIO 25
La paz, el desarrollo y la protección del medio ambiente son interdependientes e inseparables.

PRINCIPIO 26
Los Estados deberán resolver pacíficamente todas sus controversias sobre el medio ambiente por medios que corresponda con arreglo a la Carta de las Naciones Unidas.

PRINCIPIO 27
Los Estados y las personas deberán cooperar de buena fe y con espíritu de solidaridad en la aplicación de los principios consagrados en esta Declaración y en el ulterior desarrollo del derecho internacional en la esfera del desarrollo sostenible.


LA HIPÓTESIS GAIA

En 1969, el investigador británico James Lovelock lanzó al mundo científico una desconcertante hipótesis: La tierra es un ser vivo creador de su propio hábitat. Esta teoría fue propuesta en Princeton, EEUU, donde tuvo un rechazo general prácticamente. Este rechazo se debió a que se la consideraba más que una teoría científica un ejercicio de imaginación, puesto que contradecía la gran mayoría de los postulados científicos.

La hipótesis Gaia no solo contradecía la mayor parte de los postulados científicos precedentes y ponía patas arriba los modelos teóricos sostenidos como válidos. Suponía sobretodo poner en tela de juicio la intocable y sacrosanta teoría de la evolución de Darwin: a lo largo de la historia la vida se ha ido adecuando a las condiciones del entorno fisicoquímico. Lovelock proclamaba justamente lo contrario: la biósfera es la encargada de generar, mantener y regular sus propias condiciones medioambientales, en otras palabras la vida no esta influenciada por el entorno, es ella misma la que ejerce un influjo sobre el mundo de lo inorgánico, de forma que se produce una coevolución entre lo biológico y lo inerte.

¿Cuánto contaminamos?

Datos

  • 47,212,990 españoles
  • 1,558,028.67 kg vertidos de productos de limpieza de inodoros
  • 5,901,623.75 kg vertidos de productos para limpieza doméstica
  • 1,463,602.69 kg vertidos de aceite de motor
  • 1,558,028.67 + 5,901,623.75 + 1,463,602.69 = 8,923,255.11 kg totales vertemos los españoles 

jueves, 10 de mayo de 2012

Actividades pág 93

1. pág 93
Un desastre ecológico es un perjuicio al medio terrestre y/o ambiental, y por la consiguiente, a su población, ya sea de forma natural (volcanes, tsunamis, etc) o humana (contaminación de ríos, derrames de petroleo en el mar, etc)


En el incidente de Texaco,  se vieron afectados territorios en el Amazonas, tales como los poblados de las tribus indígenas de la zona, así como también la empresa causó la alteración e incluso destrucción del hábitat de miles de animales mediante la tala incontrolada de árboles, las alteraciones del suelo causadas derivadas de la construcción de pozos petrolíferos y la contaminación tanto de los ríos como del aire, por medio de verter sustancias y del uso de la maquinaria respectivamente.




7. pág 93
Texaco fue demandado por diversos motivos, para los cuales se pedía una compensación:


-Contaminación del agua, suelo y aire.
-Problemas en la salud. Cáncer, enfermedades gastrointestinales, problemas de la piel, abortos y problemas respiratorios.
-Pérdida de cultivos y muerte de animales domésticos.
-Pérdida de biodiversidad florística y faunística.
-Pérdida de territorios indígenas.
-Pérdida de cultura.
-Deforestación




*La huella ecológica es un indicador del impacto ambiental generado por la demanda humana que se hace de los recursos existentes en los ecosistemas del planeta relacionándola con la capacidad ecológica de la Tierra de regenerar sus recursos. 

jueves, 3 de mayo de 2012

CUESTIONES CAPÍTULO VI-ÉTICA PARA AMADOR: "APARECE PEPITO GRILLO"


1. Explica el sentido y el significado de los distintos tipos de “imbéciles” de los que habla el libro.Pon ejemplos de situaciones en tu vida en las que puedas identificar a cada uno de los tipos de "imbéciles" a los que se refiere el autor
a) El que cree que no quiere nada, el que dice que todo le da igual, el que vive en un perpetuo bostezo o en siesta permanente, aunque tenga los ojos abiertos y no ronque. 
Este tipo de imbécil es el que no aprecia el que no muestra interés por nada y que no se plantea ninguna meta. Es decir, aquel que no aprecia el valor de la vida, que no se da cuenta de lo corta que es y de que debe aprovecharla al máximo. Un ejemplo sería una persona depresiva.

b) El que cree que lo quiere todo, lo primero que se le presenta y lo contrario de lo que se le presenta: marcharse y quedarse, bailar y estar sentado, masticar ajos y dar besos sublimes, todo a la vez.
Este tipo de imbécil se refiere a esas personas (entre las que me podría incluir) que tampoco tienen claro qué quieren hacer, de modo que se encuentran en un continuo dilema sobre hacer esa cosa o hacer la otra, las cuales son incompatibles. Un ejemplo sería una persona curiosa, que lo quiere probar todo, pero dada la imposibilidad de ello, al final no prueba nada, o lo que prueba lo prueba con menor énfasis del que debería.

c) El que no sabe lo que quiere ni se molesta en averiguarlo. Imita los quereres de sus vecinos o les lleva la contraria porque sí, todo lo que hace está dictado por la opinión mayoritaria de los que le rodean: es conformista sin reflexión o rebelde sin causa.
Este tipo de imbécil es aquel que no tiene opinión propia (o al menos no la muestra), y basa su comportamiento en el de los demás, de forma que sus actos son relativos a quienes lo rodean. Sería una persona con poca personalidad, por ejemplo alguien cuyos gustos fueran así porque son los gustos que tiene alguien que es un modelo para él.

d) El que sabe que quiere y sabe lo que quiere y, más o menos, sabe por qué lo quiere pero lo quiere flojito, con miedo o con poca fuerza. A fin de cuentas, termina siempre haciendo lo que no quiere y dejando lo que quiere para mañana, a ver si entonces se encuentra más entonado.
Este tipo se refiere a aquellos que tienen las ideas claras, pero no fuerza de voluntad o iniciativa para llevarlas a cabo. Sería una persona llamémosla ‘dejada’, que sabe lo que quiere, y posiblemente piense que pueda conseguirlo (y así sea), de modo que pensará que lo puede hacer en otro momento, y malgasta el tiempo en cosas de menor importancia.

e) El que quiere con fuerza y ferocidad, en plan bárbaro, pero se ha engañado a sí mismo sobre lo que es la realidad, se despista enormemente y termina confundiendo la buena vida con aquello que va a hacerle polvo.
Este tipo se refiere al avaro, que quiere algo hasta el punto de que llegue a ser su obsesión; sin embargo, lo que él quiere no es sino algo idílico, y él se engaña a sí mismo pensando que es lo mejor, dejando de prestar atención a otras cosas tanto o más importantes que ello. El ejemplo aquí es claro, pues se nombra después en el texto, el Ciudadano Kane. Un ejemplo más típico y cercano que todos seguro conoceremos es ‘la leyenda del rey Midas’
 
2. Define qué son los “remordimientos” para Savater y da tu opinión al respecto.
Los remordimientos son la consecuencia de obrar mal, que nos hace sentirnos mal con respecto a nuestras acciones, los cuales derivan de la libertad del ser humano, pues si no fuésemos libres de actuar como quisiéramos, sin duda, la culpa no sería nuestra, pues estaríamos en un estado de sumisión y nos veríamos forzados a ello.
Mi opinión es la misma que la de Sabater, quien además complementa su definición comentando el comportamiento digamos arrogante del ser humano, quien siempre busca destacar y llevarse méritos por sus buenas acciones y obras al mismo tiempo que trata de ocultar esas acciones de las cuales no se encuentra tan orgulloso. Me parece una explicación excelente, pues si no somos libres, no somos responsables de nuestros actos, y por ello, no existe el remordimiento.
Por otra parte, es cierto que si no fuésemos libres y nos forzaran a cometer una atrocidad tendríamos remordimientos, pero creo que sería porque nosotros ya conocemos la libertad, y en cierto modo nos seguiríamos aferrando moralmente a ella, y lo más seguro, nos sentiríamos mal por no luchar por recuperarla mediante la desobediencia.

3. “Responsabilidad es saber que cada uno de mis actos me va construyendo, me va definiendo, me va inventando, me va transformando”. Comenta extensamente este tema de la responsabilidad.
Un hombre es quien es por sus acciones. Obrar de una manera u otra son las que hacen que un hombre sea de una forma u otra, que sea querido u odiado, que sea respetado o se burlen de él. No obstante, las acciones de un hombre no son definitivas, pues a partir de ellas, mediante el error y el propio remordimiento se puede rectificar y tomar un camino distinto a la hora de vivir. Los actos de un hombre pueden perdurar, o pueden no hacerlo, o puede que se den los dos casos y que unas acciones tengan más peso que otras. De cualquier manera todo esto es relativo, pues el hombre tiene la capacidad de perdonar, solo que unos la aplican en unas situaciones y otros no. De esa forma, un hombre que era alcohólico puede darse cuenta de que eso no es bueno para él, y dejar la bebida y así ganar respeto por parte de la sociedad. Después ese mismo hombre podría encontrarse con una casa en llamas, y en un acto de valentía entrar y salvar a alguien. Eso le daría un cierto prestigio, aunque para algunos seguiría siendo ‘el borracho’. Tras estar en la cima y saborear el éxito y la aceptación, podría ser que cometiera un crimen, lo cual haría que se sumiera en el rechazo social de nuevo, probablemente de peor manera que antes. Para terminar, este hombre podría realizar una buena acción, qué se yo, servir en un comedor para pobres. Habría quien le siguiera mirando con despecho, pero habría quien pensaría que ese hombre ha recapacitado, y en cierto modo, perdonaría sus actos.

4. De los ejemplos que pone el autor para explicar su opinión sobre la imbecilidad humana comenta el caso de la obra de Shakespeare
Ricardo III, duque de Gloucester y rey de Inglaterra, accedió a la corona mediante numerosas traiciones, de modo que acabó con toda la lista de herederos que tenían preferencia al trono sobre él. Ricardo lo que pretendía era, mediante el poder, compensar su deformación física, una joroba. Al llevar a cabo tales atrocidades, Gloucester no consigue respeto, sino rechazo público; la gente no le quería, le temía.
La conducta de este personaje se asemeja al último tipo de imbécil, pues Ricardo III actúa de esta forma para lograr el poder, ese objetivo idílico, el cual él consideraba la mejor manera de conseguir el respeto, y también, el afecto. Esa no es sino una obsesión que le lleva a cometer una serie de actos para nada respetables, de forma que contradice su objetivo y su forma de actuar. Al final, como es de esperar, el poder que consigue no le proporciona lo que en un principio buscaba, y se da cuenta de que se ha destruido por dentro de manera necia, y sin siquiera logar su meta, el afecto, y sobre todo, la felicidad.